La masonería milenariamente ha sido y será una sociedad del conocimiento que brinda a la humanidad un espacio libre de convivencia facilitando el autoaprendizaje, la investigación y perfeccionamiento moral y racional del individuo, unido por el lazo del respeto, tolerancia, discrección y libertad de expresión bajo principios milenarios y universales de la organización que permitan el mejoramiento de la calidad de vida, proyectando acciones filantrópicas en su entorno.